Ciudad de México (28 abril 2008).- Las personas de ingresos bajos se han convertido en
el mercado más importante para las telefónicas, ya que en promedio gastan entre 15 y 18 dólares
mensuales en tarjetas de recarga para telefonía celular, con tarifas 38 por ciento más altas que
en el segmento de pospago.
Según el estudio "Pobreza y acceso telefónico en América Latina y el Caribe", elaborado por el
Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el gran negocio para las telefónicas está
en el volumen de usuarios que abonan tarjetas, ya que constituyen más del 90 por ciento de la
totalidad de clientes en el País.
Sin embargo, pese a ello, el usuario percibe que las tarifas que paga son altas y hace
menos llamadas. En México se realizan siete llamadas semanales, mientras que en Colombia
se hacen 13, en Brasil 11 y en Argentina 10.
"Las personas de bajos ingresos representan un mercado significativo para los operadores de
telefonía móvil, con un promedio de gasto per cápita más alto de lo esperado", afirmó Judith
Mariscal, académica del CIDE.
Por su parte, Yazmín Gutiérrez, analista de Select, señaló que el gasto promedio de los usuarios
de prepago alcanza hasta los 18 dólares mensuales, casi lo que cuesta un plan de pospago de
los más baratos, que rondan los 20 dólares.
Pero la gente opta por quedarse en esquemas de prepago porque tiene la impresión de que así
controla mejor su gasto.
Además, hasta hace poco se compraban tarjetas con un costo mínimo de 100 pesos, pero ahora
se hacen recargas electrónicas de 30 y 50 pesos que han sido muy exitosas para las telefónicas,
dijo Gutiérrez.
Analistas afirman que la reducción de las tarifas celulares es importante, ya que la capacidad
de compra es la barrera más significativa para ampliar tanto el alcance, como la
variedad de los servicios móviles para los pobres.
Datos de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) indican que el año pasado, las
tarifas en la modalidad de pospago se redujeron 17 por ciento, mientras que las de prepago
bajaron sólo 4.1 por ciento.
De tal forma que el costo por minuto de las llamadas de pospago se ubica en 1.39 pesos,
mientras las de prepago están en 2.26 pesos, una diferencia de 38 por ciento.
"En el caso de los usuarios de prepago, las tarifas sí son significativamente más altas, pero es
gente que no está dispuesta a pagar una tarifa mensual por el servicio y en segunda, no
consume una gran cantidad de minutos al mes", dijo Lester García, jefe de la Unidad de
Prospectiva y Regulación de Cofetel.
Explicó que aunque muchos clientes de prepago sólo reciben llamadas, las telefónicas ganan
a través de las tarifas de interconexión que cobran a otras empresas que llevan
tráfico hacia su red.
Telcel, principal operador de telefonía móvil en México, registró al cierre del 2007, 46 millones
329 mil usuarios de prepago, contra 3 millones 682 mil de pospago.
Aunque las tarifas para usuarios de prepago son altas, la penetración de los servicios de
telefonía celular en los hogares con un nivel socioeconómico D y E llegará a 43 por ciento el
próximo año, de acuerdo a cifras de la consultora Select.
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Es obvio que ante la deficiente o nula regulación, la falta de una educación
adecuada para el usuario y prácticas tan injustamente prevalentes como el
cobro excesivo por gastos de interconexión para el caso de la telefonía celular,
los sectores que más sostienen este andamiaje son los más afectados: es
decir, los que menos recursos tienen para capear el temporal.
Y eso no puede seguir sucediendo. |