Guerra perdida de antemano: guerra sin fin.
Para las poquísimas personas que no están enteradas, existe una campaña soterrada para despojar a los habitantes de la ciudad; sus alrededores, y todo aquel lugar donde quede alguna àrea verde o jardín o bosque o àrbol consolidado que obstruya la 'vista' de los anuncios, vallas, rótulos y tapiales que proliferan a lo largo y ancho del país. Este conflicto que a todos nos afecta, (promovido por las empresas que instalan estas estructuras para anunciar infinidad de productos: incluyendo candidatos políticos, nada más esperen que empiecen las campañas en el 2009), cuenta con el concurso de autoridades locales, estatales y federales quienes se han hecho de la vista gorda ante este ultraje al patrimonio ambiental de dimensiones impredecibles.
Si tienen ojos para ver y corazón que aún siente, los invitamos a recorrer cualquier calle o avenida de esta gran ciudad (Periférico, Viaducto, Circuito Interior, Patriotismo, Revolución, Tlalpan, Mariano Escobedo, etc.). para ver los estragos de esta guerra sin cuartel, y el tamaño del futuro que llegó para quedarse entre nosotros.
Porque estas decisiones urbanísticas, que se toman a escondidas y se instrumentan de manera clandestina (de madrugada o en días feriados, y con autoridades de seguridad que recorren la ciudad pero se hacen las desentendidas) nos están afectando a todos.
Así que la próxima vez que vean esta plaga de anuncios, observen bien el estado que guarda el arbolado que los rodea: secos, o mutilados. De plano pregùntense cuàntos centenares de miles de àrboles adultos y perfectamente sanos se han perdido sin ningùn remedio, y cuànto oxígeno nos quitan estos horrendos adefesios, ante la impavidez interesada y cómplice de nuestros ilustres -e inùtiles- àrbitros institucionales.
Ciudad escaparate: ciudad ultrajada, cuyas autoridades y empresarios involucrados (incluyendo las agencias publicitarias que incluyen a estos anuncios en sus campañas) no tienen el menor interés por preservar nuestro patrimonio ambiental.
Tótems-merolicos berreando a los cuatro vientos, en un campo de batalla sembrado de cadáveres-árboles.
COLOFÓN: Para carcajearnos un rato, y para que se vea que nos ahogamos en el smog, pero bien acurrucados en las buenas intenciones y leyes ejemplares que no sirven para nada.
El Gobierno del Distrito Federal presentó una primera denuncia penal contra quien resulte responsable de haber mutilado los árboles de Paseo de la Reforma, y en los próximos días presentará otras averiguaciones previas por la poda de arbolado en Viaducto, Circuito Interior y Avenida Revolución.
Alejandro Encinas, mandatario capitalino, agregó que este delito es cometido principalmente por empresas de publicidad exterior que mutilan de noche los árboles para que no cubran sus anuncios. Ante estos abusos anunció que se actuará de manera enérgica, con el establecimiento de sanciones de carácter penal a quien afecte el arbolado urbano que forma parte del patrimonio público de la Ciudad.
En funcionario indicó que dichas mutilaciones están sancionadas en el artículo 345 bis del Código Penal del Distrito Federal, mismo que establece la pena de tres meses a cinco años de prisión y de 500 a 2 mil días de multa para quien las cometa.
El tercer párrafo de este articulo, añadió, establece que cuando esta conducta sea cometida a nombre, bajo el amparo o en beneficio de una persona moral, a esta última se le impondrá la prohibición de realizar determinados negocios u operaciones hasta por cinco años.
Es decir, “no solamente se sanciona a quien físicamente hace esta tala inmoderada sino a quien lo contrate, y particularmente para hacer negocios, se le impondrá una multa adicional que incluye la suspensión de la autorización de sus actividades mercantiles en la Ciudad”.
Fuente: Reforma, 20 de septiembre de 2005.
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