El caso de NEOSKIN hace patente la urgente necesidad de que México cuente con la figura jurídica de ACCIÓN COLECTIVA. Solamente así podrá evitarse el abuso de este tipo de empresas que de la noche a la mañana desaparecen sin dejar rastro alguno y en la mayor de las impunidades. Lamentablemente, en nuestro país todavía se requieren de instrumentos disuasivos para hacer lo correcto. El vacío legal que impide una demanda colectiva en contra de una empresa fraudulenta puede llenarse si se aprueban las reformas que ya están listas y preparadas en el Congreso, gracias al trabajo de dos años entre legisladores, académicos y de asociaciones civiles como la nuestra. Mantener las cosas como están, solo hará que proliferen de manera indefinida los NEOSKIN, PUBLIXIII, o AEROCALIFORNIA.
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