Autor: Pilar Gutiérrez / Fuente: Reforma |
Padecen usuarios apagones, anomalías en el reparto de recibos y cobros indebidos.
Si usted vive en el DF y ya está harto de los apagones, los cobros indebidos y las anomalías en el reparto de los recibos de Luz y Fuerza del Centro (LFC), no está sólo.
Cada día, un promedio de 729 personas presenta una queja ante dicha empresa por esos y otros problemas relacionados con el servicio.
Además 141 usuarios más acuden a diario a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco); la mayoría, después de que no pudieron solucionar su conflicto con la paraestatal.
De acuerdo con un reporte que abarca el periodo de enero de 2006 a marzo de 2009, el acumulado de quejas de usuarios capitalinos supera las 857 mil; es decir, un promedio por arriba de las 260 mil al año.
Tomando en cuenta que Luz y Fuerza tiene actualmente 2.7 millones de clientes en el DF, cada año, prácticamente uno de cada diez usuarios presenta una queja. Eso sin contar a quienes por una u otra razón deciden no quejarse y acaban pagando de más o simplemente esperan hasta que la luz regrese.
Los meses en que más reportes por fallas se presentan son mayo, junio, julio y agosto, lo que coincide con la temporada de lluvias, de acuerdo con el informe obtenido por REFORMA a través de una solicitud de información pública.
A lo largo de los años, las delegaciones en donde se realizaron más reportes por fallas en el servicio son Iztapalapa, GAM, Cuauhtémoc, Tlalpan y Álvaro Obregón.
Héctor Ramírez, director de Conciliación y Arbitraje de Profeco, indicó que durante 2008 y hasta febrero de 2009 recibieron un total de mil 981 denuncias formales de particulares en contra de la paraestatal.
“Las principales quejas que nosotros atendemos son el cobro indebido y fallas en el suministro de la energía”, dijo Ramírez.
Para Adriana Labardini, de la asociación civil AlConsumidor, la metodología de cobro de la paraestatal no está debidamente regulada, lo que permite que sean recurrentes prácticas como la lectura incorrecta del gasto de energía o la instalación de medidores que indican un mayor consumo.
“(LFC) tiene todas las herramientas para cobrar abusivamente, porque así está concebido el sistema; si quiere, la compañía no toma las lecturas adecuadamente y puede facturar como quiere. Ni el contrato ni el manual ni el reglamento de la empresa, dan
incentivos para que dejen de hacer esos cobros indebidos”, señaló.
Labardini exhortó a los usuarios que sean víctimas de abusos a acudir a su organización –al teléfono 5091-0413– para recibir la asesoría jurídica necesaria y poder resolver su caso de forma más eficiente.
Exhortan la Profeco y AlConsumidor a los ciudadanos a revisar y denunciar
Para evitar cobros indebidos o fallas en la medición del suministro de energía por parte de Luz y Fuerza del Centro (LFC), la población debe vigilar el consumo de luz en su hogar y llevar un puntual registro de sus pagos.
Así lo recomendaron Héctor Ramírez, director de Conciliación y Arbitraje de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), y Adriana Labardini, miembro de la asociación civil Al Consumidor.
En 2008 la Profeco atendió mil 658 quejas en contra de LFC, las cuales fueron presentadas por usuarios por aumento en los cobros de luz y mal funcionamiento de las instalaciones de domicilios particulares.
Ramírez indicó que, para evitar estas irregularidades, la población debe revisar el consumo y conservar un expediente de los recibos de sus pagos.
“Podemos cuidar el consumo en casa. Es muy común que a veces somos descuidados y dejamos el refrigerador abierto, dejamos el aire acondicionado prendido, la televisión encendida mientras nos bañamos o la computadora prendida, y eso se puede evitar.
“Hay que estar al pendiente de las cantidades que llegan porque no siempre las personas están al pendiente de cuánto consumen y cuánto pagan y no se fijan en las lecturas, que fácilmente pueden hacer del propio medidor o el recibo”, explicó.
Labardini, al igual que Martínez, señaló que se debe hacer una revisión integral del comportamiento de la instalación eléctrica, es decir, llevar un registro de los hábitos de consumo, qué electrodomésticos se mantienen encendidos durante más tiempo y cuánta energía consumen.
Además, sugirió revisar el funcionamiento de los aparatos para evitar un mayor gasto de luz.
“Hay casos en los que las instalaciones domésticas del usuario verdaderamente tienen problemas serios de fugas, de aparatos eléctricos obsoletos que consumen muchísima luz, pero es un mal integral, ya que de nada le sirve a un usuario cambiar por
focos ahorradores si tienen una fuga”, dijo Labardini.
Tanto Ramírez como Labardini ofrecieron como alternativa a los afectados acudir a sus oficinas para darle una solución a sus denuncias. Ramírez explicó que, al momento de poner una queja ante Profeco, se da una fecha para la primera audiencia, que tardará entre 15 y 20 días.
En esa primera audiencia se cita al afectado y a algún representante de Luz y Fuerza del Centro. Si no se llega a una solución, se podría ir a una segunda audiencia.
Labardini ofreció que, a través de su asociación, quienes sean víctimas de estas anomalías, podrán recibir asesoría y llevar juntos su caso a la Profeco.
Cuide su consumo
Para verificar que el medidor funciona correctamente, realice los siguientes pasos:
- Apagar todas las instalaciones eléctricas de la casa.
- Checar si sigue funcionando el medidor.
- Si lo hace, el aparato se encuentra en mal estado.
Recomendaciones
- Acudir a la Profeco para denunciar irregularidades en el cobro o servicio.
- Para ubicar la delegación más cercana de Profeco, llamar al 018004688722.
- Reducir el consumo en casa.
- Conservar los recibos del cobro de luz anteriores.
- Hacer lecturas del medidor frecuentemente.
Pagan invidentes 13 veces más
"A las niñas les da igual si hay luz o no; si alguien prende la luz en el comedor somos nosotras para servirles. Ellas no gastan nada de luz como para ver, dormirse, entonces por eso se me hace muy exagerado que esta vez el recibo llegara con casi 13 mil pesos".
Antonina Zavala,
encargada de la Casa Hogar Rosa de la Torre .
Nacieron en la oscuridad. En su vida, la luz no es más que una palabra.
Son 18 niñas invidentes que viven en la Casa Hogar Rosa de la Torre y no han necesitado la luz para estudiar, jugar, leer o estar con sus amigas.
Sin embargo, Luz y Fuerza del Centro les envió el recibo del mes de abril con un monto 13 veces mayor al habitual. En lugar de los mil pesos acostumbrados, ahora la religiosa Antonina Zavala, encargada del albergue, tuvo que pagar 12 mil 997.
“A las niñas les da igual si hay luz o no. Si alguien prende la luz en el comedor, somos nosotras para servirles.
Aquí tenemos una capilla, y si vienen ellas a hacer su visita, pues tampoco la utilizan, no la necesitan, o sea, ellas
no gastan nada de luz como para ver, dormirse. Entonces por eso se me hace muy exagerado que esta vez el recibo llegara con 12 mil 997 pesos, casi los 13 mil”, comentó Zavala.
En la casa, abierta desde 1965, habitan, además de las niñas, un menor de 2 años y tres hermanas, que son las únicas que utilizan la luz.
La razón de este aumento y la respuesta del personal de la central a donde fueron a buscar una explicación por el súbito aumento simplemente fue: “pues, eso gastan”.
“Mandé a la hermana Paz a la sucursal, y una señora muy cortante le digo: ‘pues, eso gastan’. Yo fui también; había mucha gente y me regresé.
Fui al otro día, pude pasar, y la señora nos dijo que eso era lo que se gastaba. Le llevé los recibos anteriores, y le pedí que me dijera cómo íbamos a pagar porque ¿de dónde?”, explicó la religiosa, miembro de la orden de las Dominicas de Santo Tomás.
Enfrenta oídos sordos y anomalías
“Vivo solo en un departamento de 180 metros cuadrados y pago aproximadamente más de mil 500 pesos de luz, cuando debería de pagar como 600 pesos. También tengo distintos locales de 25 metros cuadrados aproximadamente, y en unos pago 6 mil pesos, y en otros, 15 mil"
“Es un robo, es un atraco, y no hay forma en que se puedan solucionar tus problemas. He acudido a las sucursales, y no me han hecho caso ni me han llamado”.
Joaquin, usuario.
Joaquín vive solo en un departamento de 180 metros cuadrados y desde hace un año paga luz como si viviera en un área del doble de tamaño.
Además, en los locales que tiene en distintos centros comerciales, todos de 25 metros cuadrados, le llegan tarifas totalmente diferentes, pues en algunos lugares paga 6 mil pesos y en otros hasta 15 mil.
Desde que estas anomalías comenzaron, buscó quejarse en las sucursales de Luz y Fuerza del Centro.
Sin embargo, hasta hoy, no han podido regularizar sus pagos.
Después de encontrarse con oídos sordos y puertas cerradas, Joaquín no ha tenido más remedio que continuar pagando esas cantidades.
Aumentan consumos y preocupaciones
"No sé qué pasó, normalmente me llega de entre 800 y 1 mil pesos, ¿pero ahora 11 mil? Yo tengo también un consultorio, y ni siquiera ese que se supone debería de consumir más luz ha llegado tan caro. No sé qué voy a hacer".
Mónica,
usuaria de la Colonia Industrial, en la GAM.
No sólo la luz aumentó en casa de Mónica, sino también sus preocupaciones.
Después de estar acostumbrada a pagar hasta mil pesos mensuales por el servicio energético, en su casa, ubicada en la Colonia Industrial, en la Delegación Gustavo A. Madero, en esta ocasión, su recibo llegó 11 veces más caro, y tendría que pagar 11 mil pesos.
“No sé qué pasó. Normalmente me llega de entre 800 y mil pesos, ¿pero ahora 11 mil? Yo tengo también un consultorio, y ni siquiera ése, que se supone debería de consumir más luz, ha llegado tan caro. No sé qué voy a hacer porque no tengo ese dinero, y lo que me han dicho es que tengo primero que pagarlo para que no me corten la luz”, comentó.
Puso su queja el viernes 20 de marzo; al lunes siguiente acudió personal de Luz y Fuerza del Centro a tomar la lectura del medidor, y el martes tenía que regresar a las oficinas con otra medida hecha.
Sin embargo, no podía pasar con cualquier empleado.
Después de esperar más de una hora a quien “le había llevado el caso” y no encontrarlo, tuvo que irse para intentar regresar al día siguiente y tener mejor suerte.
Un caso similar fue el de Ana Laura, también vecina de la zona, cuyo recibo llegó por 5 mil pesos, cuando habitualmente paga no más de 400.
“He venido aquí ya más de dos días, y no se ha podido resolver. Lo que dicen es que primero tengo que pagar para que no me corten la luz y luego ya vemos cómo se arregla, pero es mucho dinero”, dijo.
Para ambas, la única solución que pudieron ofrecerles fue ir diluyendo el excedente que les cobraron a través de sus siguientes recibos.
Las quejas
Cada año se acumulan las fallas de Luz y Fuerza en el servicio al consumidor.
Problemas por zona
Quejas recibidas en la paraestatal entre 2006 y 2008, clasificadas por delegación:
Cuajimalpa: 6,663
Milpa Alta: 7,102
Magdalena Contreras: 12,546
Miguel Hidalgo: 13,084
Tláhuac: 14,917
Azcapotzalco: 15,040
Iztacalco: 15,567
Xochimilco: 17,409
Benito Juárez: 18,944
Venustiano Carranza: 23,959
Coyoacán: 23,968
Álvaro Obregón: 26,345
Cuauhtémoc: 28,838
Tlalpan: 29,010
Gustavo A. Madero: 46,040
Iztapalapa: 58,994