Fuente: El Universal |
5 de marzo de 2012. Guillermo Ortiz Martínez, presidente del consejo de administración de Banorte, reconoció que los bancos extranjeros "son un negocio increíblemente rentable" para sus casas matrices, ya que en entre 2003 y 2011, enviaron 20 mil millones de dólares por concepto de dividendos.
Ante ello, el ex banquero central afirmó que es urgente que las economías emergentes, entre las que se incluye México, apliquen medidas para limitar la expansión de la banca global.
Admitió que luego de la crisis de 1994 y que se logró rescatar a los bancos nacionales, el sector se convirtió en un negocio "increíblemente rentable" para los bancos internacionales...pero no para México".
Reveló que los 20 mil millones de dólares de dividendos, equivalen a lo que se pagó originalmente por ellos.
En un artículo para el Financial Times, el también ex gobernador del Banco de México calificó como de "imperante necesidad" que se adopten medidas para reforzar el marco regulatorio que proteja a las filiales de la debilidad de sus matrices.
"Y éste es un buen momento para hacer los ajustes, sobre todo ahora que se rediseñan las finanzas globales y se busca evitar que se repita una de las peores crisis bancarias".
Sobre México precisó que después de la crisis de 1994, el gobierno rescató a todos los ahorradores y llevó a la práctica reformas para salvar al propio sistema bancario.
Y debido a que los inversionistas locales no estaban dispuestos a inyectar capital fresco, se permitió la participación extranjera para recapitalizar a los bancos.
"Pero luego de la recapitalización y de la limpieza del balance, los intermediarios obtuvieron una mayor rentabilidad, lo que condujo a un incremento en el pago de dividendos". Los dividendos representan, en promedio, tres cuartas partes de las utilidades anuales.
"Y si en vez de ello hubiesen desembolsado una quinta parte de las utilidades en dividendos, como lo hacen los bancos locales, el crédito otorgado al Producto Interno Bruto (PIB), que hoy es de 23%, estaría entre 28% y 38%".
Ortiz Marínez destacó que los ahorros internos se utilizan para recapitalizar a los bancos extranjeros, privando a México, y a los mercados emergentes en general, de recursos.
Recordó que antes del colapso de Lehman Brothers en 2008, los bancos de mercados emergentes se volvieron una fuente de estabilidad.
Para el ex gobernador del Banco de México, los mercados emergentes deberían considerar a la brevedad obligar a las subsidiarias de consorcios globales a limitar el pago de dividendos o enlistarse en los mercados de valores de cada país.
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