Fuente: El Economista
12 de Diciembre de 2013 — Entidades del sector de ahorro y crédito popular (cooperativas y sofipos) no obtuvieron buenas calificaciones en materia de crédito automotriz, al registrar un promedio de 6.3, según un estudio de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Sin embargo, no son estas entidades, sino las sofomes y los bancos, los que concentran el grueso de los préstamos de este tipo.
A decir de la dependencia, de cada dos autos que se venden en México, uno es a través del crédito, pero quienes dominan el mercado del financiamiento automotriz son la sofom Nr Finance México; BBVA Bancomer, Ally (sofom),
Volkswagen Financial Service, Scotiabank Inverlat y Banorte. Entre éstos concentran 77.1% del total.
El restante 22.9% lo tienen otros intermediarios, entre los que se incluyen (aún con poca penetración) las socaps y las sofipos. De las 25 entidades populares evaluadas (22 socaps y tres sofipos), sólo nueve obtuvieron calificaciones por arriba de seis.
Incluso, las principales socaps del país registraron calificaciones reprobatorias. Caja Morelia Valladolid obtuvo 5.8; Caja Popular Mexicana, 5.5; y Caja de Ahorro de los Telefonistas, 4.9. Sin embargo, otras estuvieron en cuatro o menos, tal fue el caso de Caja Popular Cerano, con cuatro, y Caja Popular Los Reyes y Caja Popular San Pablo, con 3.9 cada una.
En contraparte, las de mejor calificación fueron Caja San Nicolás resultó con 9.5 en el crédito automotriz; Caja Mitras 9.6; Caja Buenos Aires y Caja la Sagrada Familia, 9.8, y Caja Popular Cristóbal Colón, 9.9.
Lo que la Condusef evaluó en este tipo de productos fue que en los contratos se incluyeran los derechos y obligaciones de las partes; que fueran claros en costos, tasas y medios para solución de controversias; que la carátula del mismo estuviera personalizada a la operación y permitiera conocer la información más relevante; que los estados de cuenta mostraran en forma clara y detallada los movimientos del periodo; además de que en la publicidad y página web se explicaran las bondades y riesgos del producto.
Derivado de ello, la Comisión detectó en algunas de estas entidades de ahorro y crédito popular ciertas cláusulas ilegales (que sí puede sancionar y ordenar su retiro) y abusivas (que, hasta el momento, sólo puede señalar para su posible rectificación).
Por ejemplo, en Caja Popular Oblatos, que tuvo calificación de 5.3, encontró una cláusula ilegal en la que se indica que esta entidad cobra comisión por emisión de estados de cuenta fuera del plazo establecido; mientras que en la sofipo Libertad Servicios Financieros (la principal del sector), halló una cláusula abusiva en la que se exige al cliente una nueva prenda o la liquidación del crédito automotriz aún antes del plazo convenido si, a consideración del intermediario, el vehículo dado en prenda se pierde o se deteriora en exceso, de tal suerte que sea insuficiente para garantizar el pago del crédito, así como las obligaciones derivadas del mismo.
Pero las socaps y sofipos no fueron las únicas que registraron bajas calificaciones por parte de la Condusef. Las sofomes también tuvieron en promedio 6.1; en tanto que la calificación de los bancos para crédito automotriz fue en promedio de 9.1.
El Costo Anual Total (CAT) de los bancos en este tipo de productos fluctuó entre 12.9 y 18.7%; en las sofomes, entre 12.5 y 36%, y en el sector de ahorro y crédito popular, entre 12.3 y 35.8 por ciento
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