Fuente: El Financiero
25 de Noviembre de 2013 — Contratar un seguro ayuda a cubrir los riesgos inherentes a algún accidente. Sin embargo, la falta de claridad en los contratos o información insuficiente al momento de adquirir una póliza pueden hacer que el usuario se sienta totalmente desprotegido o se enfrente a dificultades.
Antes de contratar un seguro, hay que cerciorarse de lo que se está adquiriendo.
Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en los primeros 10 meses de 2013, de las 25 mil 934 controversias presentadas, sólo 42 por ciento tuvieron una resolución favorable para el usuario.
¿Cuáles son los seguros menos seguros? En un comunicado, la Condusef precisó que 33 por ciento corresponden a seguros de daños de automóviles, 29 por ciento a pólizas individuales de vida y 7 por ciento de gastos médicos mayores.
La inconformidad más común entre las reclamaciones es el tiempo del pago para la indemnización, con 73.2 por ciento de las resoluciones no favorables y la causa principal es la falta de claridad o información insuficiente sobre el seguro que se adquiere.
El ABC antes de contratar un seguro
Se sugiere que antes de adquirir una póliza, el usuario tenga en cuenta las siguientes recomendaciones de la Condusef para que al momento de un accidente o imprevisto sepa a qué da derecho la póliza y hasta dónde cubre:
Conozca la cobertura del seguro para saber con exactitud qué riesgos cubre y qué es lo que se está asegurando. Tiene el derecho a que se le aclaren todas sus dudas y no pueden obligarle a contratar un producto que no desee o del cual todavía no tenga la total claridad de sus alcances y limitaciones.
Pregunte el costo real del seguro. Algunas compañías hacen cargos fraccionados, que aparentemente son muy económicos, pero al sumar todos los pagos durante un año, es posible que se pague una prima por arriba del precio promedio del mercado. Hay que comparar con seguros similares y entonces decidir con cual compañía asegurarse.
Exija la documentación contractual. Debido a que muchos seguros se venden vinculados a otros servicios, no siempre se les entrega en ese momento a los asegurados la póliza y las condiciones generales. Los asegurados tienen el derecho de exigir que se les entregue la documentación contractual, pues en ella se encuentra la descripción detallada del seguro contratado, sus exclusiones y en qué casos se puede aprovechar.
Verifique el contrato escrito. Es imprescindible verificar que el contrato contenga todos los beneficios que fueron ofrecidos, ya que en caso de reclamación, sólo los que estén por escrito podrán ser reclamables.
Compruebe que el seguro cubre sus necesidades. Hay seguros que manejan el pago de un deducible y/o coaseguro, que en caso de un siniestro, y son erogaciones que se deben hacer de forma adicional. Cada compañía cobra diferentes porcentajes. Se debe preguntar y considerar si el seguro ofrecido realmente cubre las necesidades.
Verifique la vigencia del seguro, ya que esto ayudará saber el tiempo por el que se estará cubierto. Considere que algunos eventos tienen periodos de espera para hacer efectiva la reclamación de la suma asegurada; en ese caso, la compañía no podrá indemnizar. Es conveniente considerar qué periodos de espera manejan otras aseguradoras.
Tenga presentes los requisitos para cualquier reclamación. Todas las condiciones generales de los seguros deben informar los teléfonos y requisitos para la reclamación; es importante revisar con mucho detalle las exclusiones y considerar todos los supuestos por los que la compañía no podría pagar aquello que se desea asegurar.
Considere el tiempo de cancelación. Muchos seguros se cargan automáticamente al financiamiento otorgado, a una tarjeta de crédito o a la facturación de otros servicios comerciales. Generalmente, se renuevan automáticamente con cargo directo; en caso de cancelación, aunque se solicite en una fecha, la anulación del servicio se verá reflejada hasta el siguiente periodo.