Fuente: Mercado de Dinero
04 de Marzo de 2014 | CIUDAD DE MÉXICO — Los consumidores mexicanos están adquiriendo hábitos propios de épocas de recesión económica, debido a un entorno de incertidumbre y los nuevos impuestos derivados de la Reforma Fiscal.
El estudio “cómo cerramos el 2013” realizado por la agencia de investigación de mercados Kantar Worldpanel México encontró que la población del país ha cambiado los grandes autoservicios por los canales tradicionales, es decir, las tiendas de la esquina y ha migrado a otras marcas más baratas buscando ahorros por lo que el nivel de compra ha sido menor.
“Oficialmente no estamos viviendo una crisis o una recesión, pero sí podemos identificar en los hogares mexicanos algunos hábitos de consumo que se dan en los ambientes recesivos como lo vivimos en 2009”, asegura Fabián Ghirardelly, country manager de Kantar World México.
Por su parte Isabel Campero, directora del área de estudios de opinión de la agencia de investigación De la Riva Group, asegura que ante la presión por el incremento en los precios la gente reacciona en tres escalas: primero recorta gastos, si su situación se compromete más deja de pagar servicios y al final solicita préstamos.
De acuerdo con un estudio realizado por De la Riva Group en enero de 2014 de las personas entrevistadas 41 por ciento recortó sus gastos. De hecho, entre los rubros más afectados se encuentran los alimentos con una contracción de 20 por ciento.
¿Cómo lo sobrellevan?
María Fernanda Sotelo Marqués es ama de casa y la forma como ha enfrentado los nuevos gravámenes es que ya no compra todo lo que necesita en una sola exhibición ni en la misma cantidad que antes de que subieran los precios.
Comenta que antes iba hasta dos veces por semana al supermercado a comprar despensa, ahora sólo va cada 15 días o conforme se va acabando lo que tiene.
Por su parte Andrea Fuentes comenta que ella compraba cada quincena una caja de leche deslactosada baja en grasa, en promedio le costaba 168 pesos, ahora cuesta 185 pesos, por lo que ha dejado de comprar el paquete, ahora sólo adquiere seis envases de a un costo de 17.90 el litro, cuando se le acaban regresa a surtirse.
En la casa de Susana Ramírez se desayunaba y cenaba con pan dulce, pero éste pasó de cinco a seis pesos la pieza por lo que ahora sólo comen una vez al día ese alimento. Comenta que antes les era fácil comprar huevo para comer, pero después de que su precio se ubicó en alrededor de 30 pesos y que nunca volvió a bajar, el consumo de ese alimento ha sido significativamente menor.
Carolina Trejo explica que siempre llevaba dos paquetes de papel de baño de 18 piezas que le costaba 55 pesos, pero con el inicio de año éste subió a 66 pesos, para solventar el incremento ha decidido cambiar de marca por una más económica y acorde a su presupuesto.
Incluso asegura que en el supermercado el frijol lo llega a encontrar hasta en 40 pesos el kilo, por lo que ha comenzado a comprarlo a granel que tiene un precio de aproximadamente 12 pesos.
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